Desde un surrealismo individual de personajes imaginarios y fantásticos a un surrealismo basado en el mundo real que todavía se ve distorsionado.
En el arte de Emily vemos un viaje de colores claros, sentimientos y experiencias que emergen. No situamos a estos personajes en un espacio-tiempo específico. Surgen a la vez que el arte.
En el arte de Pau se ve una perspectiva diferente, el tiempo existe, se aprecia una sociedad y lo urbano es criticado. No es imaginario sino una realidad oscura. Ambos mundos muestran la presencia de colores oscuros como el marrón, sin embargo, la misma paleta se experimenta de formas distintas según la manera que experimentamos otros aspectos.
Un noúmeno y un fenómeno.
Podemos decir que en el mundo de Emily vemos aquello que realmente es, detrás de la experiencia humana, eso es el noúmeno. Esto es porque ella expresa lo que siente, y el arte es un reflejo de su propia realidad, luego nosotros lo apreciamos en su trabajo, lo que vemos es el medio entre nosotros como espectadores y ella como artista. Nosotros somos fenómeno mientras que el arte es noúmeno.
Apreciamos lo mágico, colores planos rotos por líneas rojas y finas que crean imágenes y seres, lo que este reflejo indirecto de la experiencia de Emily revela, es su subconsciente. Es casi como una energía, que se puede ver. Pensamientos que son ilegibles, no podemos leer lo que ella siente, pero se nos comunica.
Líneas rojas, que también rompen el fondo en el trabajo de Pau, sin embargo, de manera muy distinta. Rojo es dolor, líneas y color rojo en los ojos de estos seres. El color rojo, en este caso, es utilizado con una finalidad crítica.
El arte de Pau nos muestra una crítica de la sociedad humana, de la guerra, de la realidad. La mirada, roja y dolorosa de estos seres revela que estamos viendo la realidad desde una lente crítica porque es una crítica del fenómeno, aquello que se muestra, guerra. La “realidad” (como nosotros la vivimos) es dolorosa.
Esta realidad fenómeno que Pau presenta en su trabajo es lo que vivimos, las masas, el humano que vive en sociedad, el humano que consume, el humano que destruye y hace guerra, luego siente dolor.
Lo opuesto se ve en el individuo, que imagina, tal vez así debería de ser, ¿tal vez es así como es en realidad?
Ambos mundos presentan perspectivas diferentes. En el mundo de Emily vemos dentro de su arte, porque apreciamos el subconsciente y necesitamos entrar en la mente, es por ello por lo que no nos situamos en un espacio-tiempo concreto. Por ello vivimos el noúmeno, lo mágico desde el interior. Nada nos impide experimentar las cosas como realmente son.
El mundo de Pau, sin embargo, es apreciado desde lo externo, porque es crítico. Debemos comprender la realidad entera para luego juzgarla, además, experimentamos tiempos de guerra y miseria que si son situados en un espacio-tiempo concreto. Esto es lo que lo hace fenómeno, porque lo vivimos a través del espacio-tiempo. Es esperanza, una triste realidad que realmente puede no ser tan triste.
Daniela Maldonado